Si quiere divorciarse, le sugerimos repasar estas líneas que hemos redactado para usted. Entendemos que los baches entre cónyuges es un percance muy complicado desde el punto de vista afectiva. Si un acuerdo no fuera posible una opción sería pedir el divorcio.
El divorciose clasifica de dos situaciones distintas: a través de lo contencioso o mediante mutuo acuerdo. Ya sea uno u otro caso le avisamos de que ambos los llamamos judiciales, es decir, se desarrollan ante un Juez.
Esta es la diferencia con el notarial, que ocurre ante Notario. El primer supuesto es el divorcio contencioso. Supone mayor coste y también dura más que el otro.
Pero ¿se da esta situación? Primero, porque necesitamos un abogado entre cada uno. Y después, porque las discrepancias entre los miembros de la pareja hacen que no avance el juicio.
En el divorcio de modo amistoso la demanda se presenta simultáneamente entre los dos . Con ello, irán acompañados del mismo abogado y procurador. Aparte del ahorro económico, también suelen ser más ágiles.
Existe una tercera solución: el divorcio notarial, pero requiere que no haya hijos menores de edad. En ese caso solo estará permitido el divorcio judicial. Es bueno saber que, además del divorcio, existe la separación judicial.
Las dos cosas son igual de válidas. Con la primera no se desaparece el vínculo entre ambos. Simplemente ya no existirá la presunción de convivencia. En caso de retractarse sería suficiente avisar al juez, sin la necesidad de casarse nuevamente. Todo esto será más fácil si se cuenta con los conocimientos de un abogado especializado. Si hubiera menores, también se tendrá en cuenta, ya que tendrá repercusión en ellos.